• Inicio
  • Quienes somos
  • Viaje Solidario
  • 🎁 Más regalos 🎁
  • Blog
  • Contacto
  • Home
  • Who we are
  • Solidarity Trips
  • Contact
FUNDACIÓN MADEINTARIFA
  • Inicio
  • Quienes somos
  • Viaje Solidario
  • 🎁 Más regalos 🎁
  • Blog
  • Contacto
  • Home
  • Who we are
  • Solidarity Trips
  • Contact

Experiencias, historias y mucho amor

Anita Delgado, la andaluza que conquistó a un maharajá indio

1/21/2021

0 Comentarios

 
Imagen
La famosa frase «la realidad supera a la ficción» cobra forma, muchas veces, a través de historias dignas de una superproducción de Hollywood. Y una de ellas es la que cuenta como protagonista con Anita Delgado, una joven andaluza que a principios del siglo XX se convirtió en maharaní de Kaphurtala, una ciudad del Punjab indio.



​Anita Delgado: Lunares y especias

Imagen
Anita Delgado, como maharaní de Kapurthala
Érase una vez una joven malagueña que quería ser artista. Se llamaba Anita Delgado y había nacido en el seno de una familia humilde que regentaba un café llamado La Castaña, en Málaga. Sin embargo, las cosas no iban bien y la familia decidió mudarse a Madrid.
Una vez en la capital, y a pesar del escaso dinero, Anita continuó estudiando sus clases de declamación (o el arte de interpretar poemas en público), al mismo tiempo que frecuentaba los cafés bohemios más de moda de la ciudad junto a su hermana Victoria, con quien terminó debutando como telonera en el café Centras Kursaal, situado en la Plaza del Carmen. A partir de entonces, Anita se convirtió en un pequeño referente de la noche madrileña, vinculándose con artistas como los pintores Julio Romero de Torres y Ricardo Arjona.
Tales contactos la llevaron a entremezclarse con diferentes eventos de la jet-set y la realeza española, entre ellos la boda del rey Alfonso XIII.
Fue allí donde le conoció.
Lucía un exótico turbante y un traje de motivos dorados, una tupida barba y grandes ojos oscuros. Se trataba de Jagatjit Singh, maharajá de Kapurthala, una ciudad ubicada en el Punjab, al norte de India. El mismo que, tras quedar prendado de Anita, no cesó en cortejarla en todo momento, si bien la joven andaluza lo rechazó.
Sin embargo, cuando Jagatjit le pidió que se casara con él desde París, Anita escribió una carta que posteriormente Romero de Torres y Valle-Inclán corregirían y ayudarían a traducir. Fue así como, en 1906, Anita y Jagatjit contrajeron matrimonio civil en París y una boda por todo lo alto siguiendo el rito sij el 28 de enero de 1908. Ella solo tenía 18 años y llegó, indefensa, a lomos de un enorme elefante por la calles de Kaputhala hasta penetrar en el palacio.
Imagen
Recorte periodístico de la época.
Fue así como comenzó la verdadera historia de Anita: la de una joven andaluza frente a un mundo tan diferentes como era India, más concretamente un palacio, L’Elyse (el maharajá era admirador de todo lo francés), en el que se masclarían todas las intrigas y dramas que sacudieron esta historia de amor tejida entre Oriente y Occidente.
En 1908, nació su hijo Ajit, quien terminaría graduándose como teniente coronel, mientras sus constantes viajes y estancias en diferentes palacio la mantuvieron al margen de los idilios de su marido con otras mujeres. De sus propios anhelos en un mundo totalmente diferente.
De hecho, al poco tiempo de vivir en el palacio, Anita se enteró de que su marido tenía otras cuatro mujeres que guardaba en secreto en un harén y varios hijos. Entre ellos, se encontraba Karan, de la misma edad de Anita, con la que mantuvo un romance que, según los expertos y biógrafos, fue para la joven andaluza el mayor (e imposible) amor de su vida.
Imagen
Anita Delgado y el maharajá de Kapurthala en 1925, año en el que la situación ya era demasiado incómoda entre ellos.
En 1925, a medida que la relación amorosa entre Karan y Anita crecía, la de ésta y su marido se alejaba cada vez más hasta tal punto que Anita solicitó el divorcio. Tras un último almuerzo juntos en el Palacio de Kapurthala, Anita regresó a España, donde inició una nueva vida. Si bien Karan aprovechó para visitarla de vez en cuando, Anita se refugió en la tradición andaluza, los eventos y los entornos frecuentados en la jet-set tratando de mantener en el anonimato sus romances por miedo a perder la pensión que su ex-marido le facilitaba.
Anita falleció en 1962 a causa de un ataque cardíaco.
Fue en la misma cama junto a la cual lucía la foto de Karan que veía todos los días antes de dormir y al despertar.

¿Quieres que te diseñemos un viaje exclusivo al continente Indio?

Contactános aqui
0 Comentarios

COMO QUERER HUIR DE MI VIDA, HACER MEDITACIÓN Y UN VOLUNTARIADO IMPROVISADO ME CAMBIÓ POR COMPLETO

5/26/2020

2 Comentarios

 
Imagen

La palabra ‘huida’, así sin más, parece tener un carácter negativo. 

Solemos huir de aquello a lo que no tenemos valor a enfrentarnos, pero si lo miramos de cerca y lo empleamos en el sentido correcto, este concepto puede ser un magnífico estimulante algunas veces, o siempre, porque hay quien en su huida ha descubierto verdaderos tesoros.

Yo me lancé a solas a un viaje en India que resultó ser todo un descubrimiento. De esto hace ya 6 años. Fui a un retiro de meditación en India para desconectar del mundo y acabar con las ideas limitantes de mi cabeza, buscando un cambio, un viaje que pudiera transformarme, una experiencia que me cambiará de arriba abajo. 
Las historias empezaban a repetirse en bucle y pensé “Yo me voy de aquí, hay que airear”. Y fue una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. 

Estaba tan aburrida de mi misma que no creía que hubiera nada que yo pudiera hacer para cambiar eso. Lo veía tremendamente complicado. Me fui de viaje sin esperanza alguna de mejora y volví siendo otra persona muy a mi sorpresa.

Existen viajes muy poderosos que te transforman de arriba abajo. Retiros de meditación que duran 10 días  y te dan una visión clara de como enfocar todos y cada una de tus neuronas. Lo que después se genera en tu vida es digna del mejor libro que puedas escribir y yo lo he intentado materializar en un VIAJE con un programa muy determinado para que lo que me transformó a mi pueda transformarte a ti también,

Por eso llamé al proyecto HAPPY INSIDE. Con un viaje desde dentro, uno abre una linea de directa con todos sus sueños y el camino hacia ellos de repente se vuelve fácil, cómodo y DIRECTO. No se puede entender, hay que vivirlo y experimentarlo por uno mismo. Al menos y aunque te suene a cuento chino, esto es lo que realmente ocurre

Mi sueño era participar en un programa de voluntariado, trabajar en una fundación, cualquier cosa que tuviera que ver con ejercer alguna talento oculto en mi, que le diera algo de sentido y transcendencia a mi paso por este planeta de mierda que tenemos.

La vida premió todo el trabajo personal al que estuve sometida durante los diez días de meditación y durante toda la trayectoria que supuso emprender un nuevo camino hacia mi nueva versión. Empecé a emprender sin saber que significaba esta palabra que está tan de moda ahora. Y todo fue gracias a un viaje.

Salí del retiro directa a diana. Acabé en un colegio de la India repartiendo lápices viejos y sembrando lo que hoy es el Proyecto Solidario HAPPY INSIDE. Sola descubrí que era valiosa para los 300 niños que había en esa escuelita. Ellos me devolvieron la fé en mi misma y comencé una labor insaciable de seguir en el camino de la confianza en mi misma.  Me lo creí y pensé: sigamos por aquí, a ver que pasa.

Hasta crear la FUNDACIÓN MADE IN TARIFA, mi propia Fundación. Ya no me hacia falta trabajar para ninguna fundación que me permitiera ejercer mis habilidades, de repente, me vi teniendo que liderar mi propia fundación sin tener ni idea de como se hacia eso.

Viajar sola no es nada fácil pero es fundamental para restablecer el software de tu cabeza. Y es que así es la vida a veces…..te deja sin aliento.

No hay que flagelarse, conformarse, resignarse, quejarse…

Sentir la libertad  para escapar de todos los prejuicios. Demostrarte ser fuerte a la vez que te sientes totalmente vulnerable es una sensación que te pone en tu sitio, te re-descubres, te enfoca, te enamora.

Os animo a experimentar esa fuerza interior que crece a partir de verte a ti misma sin ayuda en todo tipo de estas situaciones.  Y es entonces cuando todo cambia y surge la magia.

Quizás no tengo 20 pares de zapatos, como solia tener, pero tengo un par de botines planos y desgastados que han visto más de 20 países!

Yo estuve solo 10 días meditando y me dio tiempo a aprender todo esto.

RELATIVIZAR ES EL MEJOR EJERCICIO
Nada es tan dramático como parece en los cinco primeros minutos. Ni él/ella es tan vital para la vida, ni ese trabajo el único al que puedes aspirar, y cualquier pérdida se puede superar con tiempo y actitud.

LA DISTANCIA REVELA QUIÉN IMPORTA DE VERDAD
Vete. Vete lejos y no des muchas señales de vida. ¿Quién se ha acordado de ti? ¿En quién has pensado tú? ¿Quién ha ido a buscarte? Pues en esas personas es en las que tienes que invertir el tiempo. El resto…relativiza, no significan demasiado. Elegir quién te rodea es de sabios.

CONOCE Y DEJA QUE TE CONOZCA
Habla, escucha, acércate. Quizás no les vuelvas a ver en la vida, o quizás no vuelvan a separarse. Hay grandes personas que sólo llegan a tu vida si se les deja cruzar la barrera del recelo o el miedo. Barreras que se eliminan automáticamente cuando viajas. No permitas que esas barreras se vuelvan a apoderar de ti cuando vuelvas a casa. Hay fronteras que en la vida cotidiana están marcadas con rotulador indeleble, pero que lejos, en otro ambiente, desparecen. Bórralas, es lo que hace falta para abrir la mente y las puertas a grandes historias.

MARAVÍLLATE DESCUBRIENDO TODO LO QUE TE RODEA
Una mariposa de color fluorescente, un tipo de comida que jamás probaste, los ojos de un niño desnundo dándote su jersey, o una abuelita sin casa invitando a comer. Que todo te sorprenda, te enseñe y te obligue a abrir los ojos. Déjate transformar.

ESCRIBE
Escribe como método para fijar sensaciones y llenar la memoria. Dedica unos minutos al día para anotar una frase, una impresión, unas palabras que te hagan recordar pasado el tiempo qué sentiste en ese aquí y ahora.

REGÁLATE TIEMPO
Piensa en ti mismo, en qué buscas, en qué necesitas. Descubrir quién eres es vital para cualquier relación. Amor, amistad, familiar. La etiqueta es lo de menos, pero primero debes saber qué quieres para saber a quién te unes en este viaje que se llama vida.Y cuando regalas tu tiempo para ayudar a otras personas automáticamente encajas cosas que llevabas guardado en el tintero muchos años

NO DEJES QUE NADA SEA IGUAL CUANDO VUELVAS

Explota y explora cada una de las novedades que has cargado en la maleta de vuelta, que se queden contigo cuando pasees por las calles de siempre, que esta experiencia no se separe de ti. Caemos siempre en el error de olvidarnos de como nos sentimos al volver de un viaje tan importante que nos cambia tanto, que no se disipe esa fuerza que te hizo creer que el mundo en el que vives puede ser diferente, que tu puedes crear tu historia tal y como visualizas en tu sueño y que los obstáculos y las limitaciones están solo para borrarlas y aprender de ellas.

Un viaje así es suficiente para limpiar el ánimo, rehacer la lista de prioridades, dar el valor justo a cada persona y problema. Y es que Happy Inside es eso, una sensación placentera que se produce cuando descubres lo mejor que hay en ti para ponerlo al servicio de los demás y cambiarles la vida.

Hacedlo, viajad e invertir vuestras horas en solidaridad y conoceros realmente por dentro, encontrar vuestros tesoros mas recónditos, sois demasiado valiosos para dejar esos tesoros en el fondo de vuestro inconsciente,  saltad de vuestra zona de confort y dedicad vuestras horas a un proyecto interesante que os aporte valor, consciencia y auténtica revolución humana. La vida consiste en sumar, y este tipo de viaje aporta muchos números.

Un abrazo 
Virginia Toledo


No te pierdas
MANUAL DEL VIAJERO PREMIUM
Descárgalo Gratis 

Descubre todas las herramientas que te proponemos para transformar tu vida
Imagen
Imagen
2 Comentarios

La vida de la Bailarina Hindu Anita

5/14/2020

0 Comentarios

 
Anita no sabe cuantos años tiene. Sus padres nunca supieron como contar el tiempo. No es increíble? 
Nadie en su familia sabe leer o escribir, Anita tampoco. Pero hay algo que Anita saber hacer muy bien : BAILAR

Anita pertenece a la casta de los Kalbelyan, Intocables que viven marginados por la sociedad. Ellos son gitanos e igual que Raki, que muchos ya la conocéis porque colaboramos directamente con su campamento en la construcción de la Segunda Escuela Happy Inside, son mujeres fuertes, guerreras y luchadoras. 
En la Fundación Made in Tarifa trabajamos y creamos estrategias de colaboración para darles un futuro mejor.

  • Si quieres participar el el proyecto de la Escuela Happy Inside Kalbelyan, puedes hacer un DONATIVO
  • Si quieres conocer esta cultura desde dentro y en vivo, puedes venir a uno de nuestros viajes solidarios
  • Si quieres pegarte un baile, puedes participar en el programa de Clases online de Danza Kalbelyan 

Un abrazo
Equipo Fundación Made in Tarifa
0 Comentarios

Ya está abierta la programación de las clases Online hindúes!!

5/8/2020

0 Comentarios

 
Imagen
ATENCION BAILARINAS DE BOLLIWOOD DEL MUNDO!!
​LAS CLASES EMPIEZAN EL LUNES!!!

❤️
Inscríbete pronto que las clases comienzan este Lunes! 😘


1 PLATAFORMA Y 11 PROFESORES ENSEÑANDO EN LÍNEA Y EN DIRECTO DESDE RAJASTHAN
7 DÍAS A LA SEMANA

QUÉ ES EL PROGRAMA  KALBELIYA WORLD?
Kalbeliya World es un proyecto inmediato y a largo plazo para los bailarines de Kalbeliya de Rajasthan India que de repente se enfrentan a las circunstancias inesperadas de la pandemia COVID-19

Los bailarines de Kalbeliya han sido el principal fabricante de dinero para su comunidad como bailarines profesionales. Apoyan no sólo a su familia inmediata, sino a las familias extendidas y comunidades. COVID 19 cambió eso de la noche a la mañana!

Con el bloqueo, han perdido todas las fuentes de ingresos, retrocedidos instantáneamente a la pobreza extrema, y su forma de arte corre el riesgo de perderse para siempre.

TRABAJANDO JUNTOS
Los bailarines de Kalbeliya de Rajasthan han recibido a cientos de bailarines y estudiantes de todo el mundo que viajan a Rajasthan para entrenar con estos talentos épicos del baile. Muchos de nuestros viajeros también se apuntan a sus clases, pues Raki Kalbeliya (incluida en el programa) es una de las lideres del campamento donde queremos ubicar la SEGUNDA ESCUELA HAPPY INSIDE

Kalbeliya World reúne a artistas internacionales para ayudar a los bailarines Kalbeliya a lanzar su negocio
Hemos establecido un sistema de amigos voluntarios para apoyar a los bailarines de Kalbeliya para lanzar sus negocios en línea.

Nuestro lanzamiento incluye a 11 profesores asociados a nosotros para ayudarles con el apoyo administrativo, técnico y de marketing que una plataforma así conlleva, hasta que se independicen con estas nuevas habilidades.

Convertirse en un BAILARIN digital incluye una vasta transferencia de conocimientos utilizando una variedad de aplicaciones online como ZOOM, Instagram, Youtube, pasarelas de pago, etc. Muchos de los bailarines están transmitiendo desde sus teléfonos ya que la mayoría no tienen computadoras. Además, la mitad de nuestros bailarines no tienen electricidad en casa.
QUIERO VER EL PROGRAMA E INSCRIBIRME

CONTRIBUCIÓN Y SOLIDARIDAD
Kalbeliya World está firmemente comprometido con la solidaridad. Todos los programas de Kalbeliya World incluyen un pago de donación para nuestras clases.

Las donaciones de las clases las dividiremos en 2 pagos:

1. salario para el profesor.
2. Apoyo a la comunidad.

Cada donación de 10€ por clase se entregarán  los profesores en un pago mensual
Con un sistema de registro mensual, nuestros profesores tienen la oportunidad de obtener un ingreso mensual estable, apoyando a sus familias extendidas.

También son recibidas donaciones independientes de las clases, imagina que hay donaciones de 5€, 10€ y 25€, o más. Estás serán usadas para programas de alimentos en la comunidad de Kalbeliya para apoyar en tiempos de pandemia Covid19
(25€ alimenta a 1 familia por 1 mes)


Los profesores de Kalbeliya World encabezarán programas de alimentos en sus comunidades en Jodhpur, Jaipur y Pushkar Rajasthan, India.

LO QUE PUEDES HACER PARA APOYAR
- Baila con nosotros!
- Haz una donación a nuestro programa de misión alimentaria (tienes los datos en la sección de CONTACTO)

Contáctanos: info@madeintarifa.es 
0 Comentarios

TEACHING ONLINE DANCE CLASS FROM INDIA

5/7/2020

1 Comentario

 
Imagen
Estamos preparando otra regalo para ti!

Desde el mismo desierto de Rajasthan se van a organizar Clases Online por  diferentes profesores profesionales y extraordinarios que te enseñarán las fascinantes y profundas raíces de la DANZA KALBELYAN

El programa se llama Kalbeliya World y se ha desarrollado, dentro del contexto del CoronaVirus en India, como un programa de solidaridad inmediata para los Bailarines de Rajasthan. Al tomar clases con estos profesores extraordinarios no solo les estarás dando sustento, también estarás apoyando proyectos para mejorar la calidad de vida de sus comunidades

Estamos entusiasmados!! Os iremos informando de la programación y las fechas.

Gracias por Unirte a nuestra Iniciativa. Difunde la palabra!

Qué tengas un feliz día
Nos hablamos pronto! 
1 Comentario

La Crisis del Coronavirus en India

4/22/2020

1 Comentario

 
 Amigas y amigos,

Seguimos compartiendo con todas y todos vosotros cómo está evolucionando la crisis del Coronavirus en India

Como quizás ya sabéis por las noticias que llegan desde India, el gobierno ha extendido el confinamiento en el país hasta, al menos, el próximo 17 de mayo, lo que indica que aún quedan dos semanas por delante para seguir proveyendo de alimentos a las comunidades vulnerables de nuestra zona en Rajasthan


“No moriré de Coronavirus, antes de eso seguramente moriré de hambre” 
Escuchamos este lamento más de una docena de veces de diferentes personas que nos envían vídeos y mensajes. Las medidas estatales para combatir el coronavirus están despojando a los pobres de la dignidad y la esperanza. 

Ante esta situación, desde Happy Inside, hemos decidido crear la campaña de alimentos en varias fases para la  distribución de paquetes de alimentos entre varios focos de ayuda. Así nos lo explica desde Virginia Toledo, directora de Happy Inside: "Dado que, con la gran necesidad que hay, no sabemos si habrá un reparto equitativo, hemos optado por enviarles ayuda cada 10 días e ir comprobando así que el reparto llega a todos los puntos que hemos seleccionado"

En India, hay varios miles de personas sin hogar esperando un milagro por un plato de comida. Pues el gobierno les obliga a estar confinados sin poder salir a buscarse la comida de cada día.

Muchas familias en India viven al día en campamentos de tiendas que se deshacen con el viento o la lluvia. Las cabezas de familia salen por las mañanas a intentar trabajar, en lo que sea, 12 horas diarias para ganar 200 rupies (alrededor de 3€) y así, poder alimentar en ese día a toda su familia que, a veces, superan los 10 miembros. 

Con el confinamiento no pueden moverse de sus chabolas y están abandonados a la suerte de un país que lleva un camino de desgracia exponencial. Sin hospitales, con una tasa de población desmesurada y sin recursos...
Cómo vivirán ellos toda esta situación?🥺🙏

Hemos conseguido recolectar dinero para ellos y gracias a Surya, manager de la Fundación en India, hemos organizado una sesión de reparto de comida en varios focos necesitados. 
Los paquetes de alimentos

Paquetes de 12€ con:
  • 10 Kl de Harina
  • 2 Kl de Patatas
  • 2 Kl de cebolla
  • 2 Kl de Arroz
  • 2 lt de Aceite
  • 1 Kl de Lentejas
  • 500gr de Curcuma
  • 500 gr de Chile

Os recordamos cómo decidimos  hacer el reparto:
  • 36 familias de la Aldea Happy Inside, donde se encuentra la escuela y la Fundación Made in Tarifa
  • Familias del campamento de los los Kalbelyan, nómadas del desierto de Rajasthan🐍 encabezados por Raki Khalbelia y su Kalbeliya Arts Academy
  •  Familias del campamento de Sunita y Santra, también de la etnia de los Kalbelyan 🐪 
  •  Centro de niños Discapacitados Ummeed Pushar Ummeed Pushkar- The Ray of Hope

36 familias en la Aldea Happy Inside
​(432€)

Campamento de Sunita y Santra, nómadas del desierto de Rajasthan🐍Etnia de los Kalbelyan 🐪
(100€)

Campamento Raki Khalbelia y su Kalbeliya Arts Academy, nómadas del desierto de Rajasthan🐍
​Etnia de los Kalbelyan 🐪
(100€)​

Centro de Discapacidad Infantil
Ummeed - A ray of Hope 
(100€)

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen

Hasta el día de hoy, en la Aldea Happy Inside, donde tenemos la escuela, se han diagnosticado oficialmente 35 casos y los demás barrios con casos han sido sellados. No obstante, y pese a las restricciones de movilidad vigentes en India, el número de contagios sigue aumentando preocupantemente. A día de hoy, alcanza ya los 15.000 en todo el país.

La desorganización sigue agravando las más que previsibles dificultades con las que India va a tener que enfrentarse para frenar una escalada de contagios.

Además de las iniciativas de las ongs, algunos slums reciben ayudas esporádicas del gobierno: "La policía distribuye algunos días un paquete de puri (pan frito) y curry. En estas comunidades marginadas estamos valorando la posibilidad de complementar esta ayuda con una pequeña aportación económica para que las familias puedan complementar esta dieta con otros alimentos", explica Virginia Toledo. 
Amigos y estudiantes de la Escuela Happy Inside se suman al equipo de gestión de la crisis 

En este "PRIMERA ronda de actuación en la crisis del coronavirus", Happy Inside ha ayudado a 60 familias, y a 150 niños en el centro de Discapacitados, cerca de 500 personas. El manejo de la crisis ha sido posible por un lado, gracias al apoyo y solidaridad de muchas personas desde España; y por otro, gracias a la implicación del equipo y los amigos de la Fundación en terreno.

Intentar gestionar la crisis sin poder moverse de casa ha sido todo un reto. En este sentido, Surya Prakash, que lo podeis ver en el primer video ha tenido un papel clave. Y al equipo de gestión, de manera espontánea, se han sumado también los y las estudiantes de la escuela y sus hermanos mayores: "Nos han ayudado a hacer los listados de las familias, a tomar fotos de las entregas, a conseguir los contactos de las tiendas de ultramarinos, a coordinar la distribución... Es un orgullo ver cómo responden con organización y madurez ante la gestión de una situación como ésta y como se reparten los packs de alimentos entre las familias que no tienen nada", ha concluido la directora de la fundación



En los próximos días, vamos a implementar medidas para comenzar con "la SEGUNDA ronda de actuación", donde se sumarán algunos focos más que las mismas familias nos han reportado en situación de crisis extrema, familias de 5 hermanos huérfanos y comunidades que siguen sufriendo hambre extrema. Se realizarán tantas rondas como duren las donaciones  

Os informaremos  de todas las acciones que vayamos desarrollando sobre terreno. 


No queremos dejar de seguir dándoos las gracias por vuestro apoyo y por todas las donaciones recibidas. Saber que estáis ahí nos da fuerzas para seguir adelante.

Ahora más que nunca, seguimos necesitando tu ayuda.

Crisis del COVID-10 en India. Necesitamos tu apoyo, haz click aquí para ayudarnos con un donativo
 ayúdanos a responder a la pandemia


Gracias por estar ahí.
Si te ha gustado, copia el link y comparte. Difundiendo estarás dando visibilidad al proyecto y ayudando a que lleguen más medios a estas familias 

Si quieres saber más sobre nuestros Viajes solidarios, no te pierdas todas las sorpresas que tenemos preparadas para ti. Pídenos más información


Un saludo,
Equipo Made in Tarifa
1 Comentario

El Viaje Solidario de Patricia y su labor en India

4/12/2020

0 Comentarios

 


"Sin duda una de las mejores experiencias de mi vida!
Vivir India de manos de la Fundación Y tener la suerte de conocer los diferentes puntos solidarios de una manera tan real y directa ha sido increible.
El sentimiento de seguridad y estar en familia es algo que siempre recordare" - Patricia Leyva
​
Imagen

La labor de Patricia

La foto que podes visualiza más abajo significa mucho en el trabajo educativo de la #escuelahappyinside en INDIA🇮🇳
.
Nos ha costado mucho inculcar en la mentalidad de profesores, de otra cultura y jerarquía, que el sentido de la cooperación, la metodología educativa, la higiene y otros factores empiezan a ser claves para desarrollar cualquier estrategia didáctica conjunta. No es fácil! 😅💪
.
Esta foto la enmarcaremos y la pondremos en la escuela como símbolo de una semilla inicial en la evolución de la Escuela Happy Inside. La Impresora es un símbolo del éxito de esta Bonita alianza y es muy importante para nosotros enseñaros el registro del momento
.
Gracias a @patri_leyva que ha sido un pilar fundamental en este paso evolutivo del proyecto y a todos los participantes que formaron parte de la cesta solidaria para poder financiar la impresora y parte de la que será la segunda Escuela Happy Inside. Aquí la entrega
.
GRACIAS A TODOS LOS COLABORADOREs y gracias a cada uno de los viajeros solidarios que os habéis unido al movimiento #HAPPYINSIDE y nos habéis ayudado a llegar hasta aquí 🙏
.
👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇
@alicia_100x100 
@suu.serrano
@lsj_gr
@greenglassfamily
@vivinulop
@pelirroji_estrellada
@mariaroslo
@tiffani_guarch
@nunuhdez
@rbk_moon
@noelia.es.vedra
@ladykarma
@a_tiempo_de_cambiar
@miauma
@kafetita
@mamisalipum
@laura89jr
@matijr86
@s_sarita
@wanderlustpasion
@mari_meba
@allcuteandcool
@aninapiluleta
@papisvascos
@mel_fo_fit
@silvanadewit
@vanessagg46
@evillamoreno83
@vane.villate
@taniampm
@vanesamoncayo 
@aireretro y @laovejanegra❤️

Because we are on a Mission and we are together 💪

​
Imagen
0 Comentarios

Testimonio de algunas Viajeras Solidarias

4/12/2020

0 Comentarios

 
Sus testimonios hablan por si solos. Si quieres saber de que van los #viajesolidarioshappyinside, dale al PLAY!
0 Comentarios

La Experiencia Ankit, el niño sordo de la Aldea Happy Inside

4/12/2020

0 Comentarios

 
🤩No os imagináis la alegría que es para nosotros conseguir retos tan grandes como este. Ankit, que tan solo 2 años antes era casi autista y no se comunicaba, ahora sociabiliza y aprende cómo cualquier niño normal se merece, con cariño y dignidad

Verle como responde a preguntas y se comunica es algo que no se puede explicar con palabras. Ningún obstáculo en este trabajo puede poner limites a la magnitud de este cambio en la vida de este niño

☝️No solo él destaca en este vídeo, la viajera Luzmi Araujo, que lidera el taller de Signos, ha desarrollando un enorme crecimiento desde su primer viaje👏👏👏👏
 
Ha repetido con nosotros dos ✌️veces y nada tiene que envidiar a los grandes viajeros. Salió de Tarifa con nosotros hace dos años, ha sido una viajera excepcional dejándose asesorar y disfrutando en todo✈️🤪🇮🇳 .

Ahora sus dones y habilidades tienen un espacio real para ponerlos al servicio de los demás, mejorar y hasta TRANSFORMAR sus vidas. Gracias a estos viajes ha conseguido hacer cosas grandes como la que vemos en el vídeo.

Estamos seguros que Luzmi se emocionará mucho al ver este vídeo y poder ser consciente de ello y de lo que significa para el sentido de su vida, la vida de Ankit y sus familiares .
Ankit era Autista y el poder comunicarse con los demás le ha devuelto la 😁 sonrisa

Es un intercambio mágico que sacamos del interior de las personas❤️...es Happy Indise‼️ . 🙏No te pierdas esta oportunidad y únete a un viaje mágico no sólo a India, sino al interior de las personas que habitan este maravilloso país🌟 

Los Viajes Solidarios Happy Inside a India no son viajes normales, son viajes que transforman y revolucionan.
Que se lo pregunten a nuestra viajera Luzmi 

0 Comentarios

TESTIMONIO DE TIFFANY, VIAJE NOVIEMBRE 2019

12/28/2019

5 Comentarios

 
Imagen
Imagen
Imagen


DHANYEVAD



​

Han pasado 13 días desde que volví a pisar España después de conocer India y
todavía me cuesta poner mis sentimientos, vivencias y experiencias en palabras.
Mucha gente me pregunta por el viaje, me piden que les cuente cosas... y lo intento,
la verdad que lo intento, pero me da la sensación que todo lo que digo se queda
corto, muy corto, y que soy incapaz de explicar como se siente mi corazón.

​

Virginia, la creadora del proyecto, y un ser maravilloso cargado de luz, nos decía: “el
viaje empieza cuando volváis a casa” y no podía tener más razón. Esos 15 días que
estuvimos en India se percibieron como 2 meses. Todas las vivencias que
experimentamos en un día no podían caber en 24 horas, era imposible.Y más
imposible era poder asimilarlas a tiempo real. Lo único que podíamos hacer era
estar abiertas a dar y a recibir, sobretodo a esto último.

Fuimos a India a dar, y recibimos muchísimo más, recibimos lo inesperado, recibimos amor puro,
hospitalidad, calidad humana, abrazos, positivismo, ilusiones, sueños, sonrisas... y
créeme si te digo que todo eso tiene mucho más valor que cualquier otra cosa en el
mundo.
Nos encontramos en el aeropuerto de Madrid un 9 de noviembre de 2019, 12
personas desconocidas. Cada una cargando con su vida y sus sueños, pero todas con
una maleta de 23 kg cargada de ropa y juguetes para los niños (a excepción de
nuestra querida y divertida Tamára que llevaba dos!) y un único objetivo en común;
y lo más importante, confiábamos plena e incondicionalmente en el proyecto Happy
Inside y en Virginia, y puedo decir a día de hoy que no nos equivocamos en absoluto.



​
Es más, lo supe desde mucho antes de subirnos al avión camino de Delhi. 12
personas que con el paso de los días me robaron cada una un trocito de mi corazón y
no tengo duda de que se lo han quedado para siempre.
Llegamos a Delhi después de 9 horas de vuelo, la emoción se nos salía por todos los
poros de la piel, y la primera bofetada no tardó en llegar. Una niebla gris invadía la
ciudad, olores nuevos, cláxones sonando por doquier sin parar, coches y motos en
todas direcciones, gente, mucha gente, niños y famílias enteras viviendo en las
medianas de las carreteras...

Esa imagen quedará por siempre tatuada en mi retina.
Esos niños son de la casta de los Intocables, los Intocables en India son “impuros”,
discriminados por su casta, sin derecho a nada. Niños engendrados para ser
vendidos a la mafia, destinados a vivir en la calle, drogados para no tener que ser
alimentados, obligados a pedir, andando por entre la caótica marea de coches,
motos y tuk tuk, prácticamente sin ropa y con una mirada que te atraviesa el alma
como un cuchillo recién afilado. “No les déis dinero” nos aconsejaban. “Ese dinero va
para la mafia”. Así que no dudamos en darles todo lo que llevábamos de comida
encima, cualquier cosa valía, cualquier cosa que nosotras ya éramos incapaces de
llevarnos a la boca, el estómago se había cerrado, la realidad nos había golpeado en
la cara y por primera vez, y por el resto de los días, el agradecimiento por la vida que
habíamos tenido la suerte de tener asomó por nuestros ojos a modo de lágrimas.

Estuvimos dos días en Delhi, dos días en los que tuvimos el primer contacto con
India y con su espíritu, con su gente, sus vacas sagradas, su basura en las calles, su
aire irrespirable, su calle principal llena de tiendas con sus tenderos ansiosos por que
te acerques, saludarte y darte la bienvenida a su país. Dos días en los que visitamos
lugares preciosos, el templo de Akshardam y su impresionante espectáculo de luces,
la tumba de Humayun envuelta en un halo grisáceo que todavía la embellecía más,
el Templo del Loto al que no pudimos entrar pero vislumbramos asombradas desde
el exterior...

Y llegó el momento. Virginia nos “bautizó”, así lo llamamos entre risas, nos puso
nuestro primer bindi, y ya no hubo día en el que no salímos sin él. El caos y la belleza
íban de la mano en India, y nosotras nos adentramos en sus entrañas con el alma al
descubierto, en la comida picante y sus sabores incomparables, sin saber todo lo
maravilloso que todavía estaba por venir.
Al tercer día partimos hacía Agra, nos esperaban 4 horas de carretera con dirección a
un sueño, y aquí hablo a título personal. Nos íbamos alejando de Delhi, la nube gris
se iba desvaneciendo, y a través de la ventana íbamos descubriendo India en
silencio. La aventura solo acababa de empezar.

No quiero seguir sin hablarte de Pauan (probablemente se escriba de otra manera).
Pauan era nuestro chófer, quien condujo durante 5 días durante muchísimas horas.
Un hombre con un corazón enorme, que no paraba de toser a causa de un catarro
gordo que llevaba encima y que nos esperó durante horas mientras nosotras
descubríamos su país.
Llegamos a Agra. El impresionante Taj Mahal se hacía de rogar y no dejó ver ni un
trocito de su mármol hasta que cruzamos la puerta principal y lo vimos allí, al fondo,
blanco, bello, como la lágrima de mármol más hermosa de la tierra. Las veces que
había imaginado en mi cabeza ese momento fueron miles, pero la realidad fue tan
abrumadora que no pude evitar emocionarme. Por fin estaba allí, y pude sentirlo en
lo más profundo de mi ser.

No nos fuimos de Agra sin antes pasar por la fábrica de mármol de los descendientes
directos de los constructores del Taj Mahal. Unas personas maravillosas que nos
recibieron con chai, nos explicaron como fabricaban topo de tipo de cosas con ese
mármol que solo se encuentra en India, como pulían las piedras y las incrustaban en
el mármol para fabricar unos objetos tan preciosos y a los que muchas de nosotras
no nos pudimos resistir.
Partimos hacia Jaipur esa misma tarde. Nos esperaban 4 horas más de carretera,
durante la noche, y en las que creímos morir en más de una ocasión. Se nos olvidaba
que en India controlan el orden dentro de su caos como los occidentales seríamos
incapaces de hacer.


Y por fin llegamos a Jaipur, la famosa ciudad rosa. Su muralla y todas las casas son de
ese color. En 1905 el Príncipe de Gales y la Reina Isabel visitaron esta ciudad como
parte de su recorrido por el famoso Triángulo Dorado de la India. Cuentan que el
color rosa, el cuál simbolizaba la hospitalidad para los dirigentes de Jaipur, fué el
referente que impulsó al Maharajá Ram Singh a ordenar a sus súbditos que pintasen
las fachadas de los edificios más importantes, especialmente aquellos cercanos a los
templos y fuertes, en color rosa para recibir a los visitantes.

Entre fachadas de color rosa y calles llenas de bazares, de color, de vida y de energía,
visitamos el Fuerte de Amber, con su espectacular vestíbulo de espejos y sus
laberínticos pasillos y vistas a la muralla, vimos a muchos elefantes y abrazamos con
respeto a uno de estos enormes paquidermos, nos hicimos fotos en las escaleras
infinitas de un templo cercano al fuerte, visitamos el City Palace y nos maravillamos
con sus cuatro bellas puertas que simbolizan las cuatro estaciones, pasamos por
delante del Palacio de las mil ventanas, y del Palacio Jal Mahal situado en mitad del
lago, nos llevaron a una tienda maravillosa donde había miles de telas preciosas y
donde nos recibieron con un delicioso chai, fuímos a la espectacular Patrika Gate,
donde nos hicimos miles de fotos estrenando los saris que habíamos comprado en la
tienda de telas, y hasta nos colamos en el hotel más caro de India!!! Un antiguo
Palacio reformado en hotel, que tenía en el interior un vagón de tren de estilo
victoriano hecho restaurante, y de donde no pudimos irnos sin tomarnos algo! A
pesar de la espera del bueno de Pauan...

No había rincón donde mirásemos que no nos pareciera una auténtica belleza, y una
sorpresa tras sorpresa que Virginia había preparado con tanto cariño y cuidado hacia
nosotras que terminó de ganarse nuestro corazón para siempre. Mientras Pauan nos
llevaba de un sitio a otro Virginia y Sarani, a quién te presentaré a continuación, nos
contaban anécdotas de sus viajes a India y nos explicaban cosas de la cultura hindú y
de sus costumbres. Sarani, una mujer argentina afincada en Tarifa nos acompañaba
en el viaje. Iba a ser nuestra profesora de yoga durante 5 días, pero fué mucho más
que eso. Fué enseñanza, sabiduría, pureza, amor y mucha paz.
Para este punto del viaje ya habíamos aprendido algunas palabras en hindi, entre
ellas Dhanyevad (Gracias) que logramos recordar gracias a nuestra querida Cristina,
que recordó que tenía un compañero del colegio que se llamaba Dani Abad, y
gracias al pobre chico ya no se nos olvidó la palabra! Pero había algo que no
habíamos logrado entender todavía... El cambio de rupis a euros!! Llevábamos 5 días
en India y sólo teníamos claro que un 1 euro eran 76 rupis, y te dirás, tan fácil como
sacar la calculadora y hacer la división... Pues al final optamos por algo más fácil, no
podíamos perder el tiempo en eso, así que optamos por redondear y añadirle dos
números a la primera cifra, es decir 300 rupis serían 5 euros, 500 serían 7 euros y así
sucesivamente. Teniendo en cuenta que los billetes nos parecían todos iguales y
tardábamos un tiempo considerable en discernir un billete de otro.


Salimos de Jaipur rumbo a Pushkar. Cada vez se hacía más complicado montar el
tetris de maletas en la furgoneta. Empezaba la segunda parte del viaje, y la más
emocionante. Estábamos ansiosas por llegar a la aldea, conocer a los niños y
entregarles todos los kilos de ropa, material escolar y juguetes que habíamos
recolectado entre todas. Ahora tocaba trabajar, por esos niños, la razón principal por
la que estábamos allí. Los 5 días anteriores nos habían servido para adentrarnos en
el mundo de India, en su cultura, en sus maneras... habíamos experimentado unas
vivencias y habíamos asimilado ciertas cosas indispensables para encontrarnos con
esos niños, entenderles y poderles ofrecer toda nuestra ayuda. Llegamos a Pushkar
por la noche. El Country Side Resort donde nos íbamos a alojar durante una semana
no podía ser más bonito. Nos despedimos de Pauan con agradecimiento infinito.
Eva, mi roomate y confidente durante todo el viaje, y a la cuál quiero infinito, tenía
ganas de juerga y en menos de un día cambiamos dos veces de habitación. Sí,
después de haber sacado ya las cosas de la maleta! Confieso que en ese momento la
quise un poquito menos. Aquella noche conocimos a Surya, un chico indio joven,
encantador y sonriente las 24 horas del día.

A la mañana siguiente tocaba visitar la escuela Happy Inside y conocer a los niños. El
recibimiento que nos prepararon fue precioso. Fue un momento muy especial para
todas nosotras, un momento que habíamos esperado durante meses, que nos llenó
de felicidad y emoción hasta el último poro de nuestra piel. Los niños estaban
excitados, nos pintaron un bindi, nos preguntaban nuestros nombres sin parar para
aprendérselo bien y nos repetían el suyo, nos tatuaron las manos con henna, nos
enseñaron cada rincón de la escuela, jugamos con ellos, reímos, nos abrazamos...
hasta que llegó el momento de irse, en ese estado de shock, yo lo llamaría “happy
shock”. Nos adentramos en la aldea, con todos los niños acompañándonos, y
llegamos a la casa de una família que nos estaba esperando con los brazos abiertos.
El abrazo que le dieron a Virginia nos bastó para saber que allí íbamos a ser muy
queridas. Nos prepararon chai, algo a lo que ya nos habíamos acostumbrado y que
cada día nos gustaba más. Estaba delicioso!! Una mujer vestida de rojo, sentada en
el suelo y con una sonrisa permanente nos invitó una por una a sentarnos a su lado,
nos puso otro bindi, nos pintó la raya del ojo y nos pintó las uñas. Esa mujer que no
tenía prácticamente nada compartió su único bote de laca de uñas con todas
nosotras, un gesto que a priori pasamos por alto pero que nos dejó sin palabras en el
momento en el que nos dimos cuenta. No sabría describirlo pero estar sentada allí
con esas mujeres de mirada tímida y curiosa a la vez, sonrisa permanente, vestidos
coloridos, y rodeada de la mitad de los niños de la escuela mirándonos rebosando de
felicidad, puede que haya sido uno de los momentos más reveladores de mi vida.

Después nos enseñaron la aldea, y paseando entre sus calles otro momento
conmovedor apareció ante nuestros ojos, y la cara de Virginia no podía expresar
mayor emoción. Inki, el niño sordomudo que a penas unos meses atrás no se
comunicaba con nadie de ningún modo, le estaba contando a Virginia con gestos que
él alimentaba a un gatito que se nos había cruzado por entre las piernas. La emoción
de Virginia tenía una razón lógica. Ella misma le había llevado en el último viaje una
mochila cargada con las cosas necesarias para que el niño pudiera ir a estudiar a una
escuela especial. Y no hay duda de que lo hizó. El cambio era abismal y ese niño por
fin podía comunicarse.

Cargadas de emoción nos fuimos de la aldea con el corazón en un puño, las lágrimas
a flor de piel y un silencio que nos costaba romper. Esa misma tarde Virginia y Sarani
nos enseñaron Pushkar, su calle principal, sus bazares, un templo, el lago, los
mejores sitios para comer, tomar un chai o un zumo de frutas, y el camino hasta el
hotel... He de confesar que me enamoré de esa ciudad hasta las trancas.
Pero no nos podíamos olvidar de una misión importante. El lunes volvíamos a la
escuela Happy Inside para realizar los talleres, y el miércoles tocaba hacer la entrega
de ropa y material, y el baile!!! Llevábamos semanas pensando en los talleres y
preparándolos, y teníamos el fin de semana para ensayar el baile y para cumplir con
“la prueba de Pekín Express”, o también podríamos llamarla “la prueba Happy
Express”!! Por un lado conseguir el mayor número de zapatos para que ningún niño
siguiera descalzo. No te he dicho antes que una de las cosas que más salían por su
boca el primer día que les conocimos era “shoes”.... Esos niños necesitaban zapatos
por encima de cualquier cosa y no podíamos irnos de allí sin ver a esos niños
calzados. Por otro lado, conseguir cajas de zapatos para el taller de los juegos de
cartón, botellas de plástico y todos los tapones posibles para el taller de reciclaje de
plástico, pegamento, tijeras, cúter, y todo lo necesario. Lo más complicado fueron los
zapatos, el tendero nos dijo que en dos días los conseguiría y que volviésemos para
entonces. Eso nos dejó tranquilas, todavia teníamos tiempo hasta el miércoles.


El sábado y el domingo teníamos cita 6 de nosotras para un masaje y diagnóstico de
medicina ayurvédica que nos recomendó nuestra “chachi” (jefa) particular, o “la
princesa de Pushkar” como la llaman allí, y no es para menos. Ibamos a ir por turnos.
A Eva y a mí nos tocó ir a las 15h, así que despúes de comer como un embudo (hay
que recalcar que en India se vive otro ritmo, mucho más calmado, lo cuál se
agradece en algunas ocasiones), salímos corriendo hacia el hotel donde nos íban a
recoger y llevarnos a la clínica. Cuando llegamos al camino de tierra que nos llevaba
hacia el hotel, un señor en moto parado nos empezó a hablar, cosa normal en India.
La gente te habla, te saluda, te da los buenos días, la bienvenida, se quieren hacer
fotos contigo, es como si fueras famoso, sobretodo se querían hacer fotos con María
y Cris, rubias, guapas y unos soles de personas, eran las ligonas del grupo!.... Ilusas
de nosotras y sabiendo que íbamos tarde y nos estarian esperando en el hotel no le
hicimos mucho caso, a lo que el señor dijo con un tono de voz un pelín más elevado,
con la intención de llamar nuestra intención definitivamente: “I'm the doctor!”. Os
podéis imaginar nuestra cara. Ese señor era el doctor mismo! Que había venido a
recogernos en moto a las dos. Eso suman tres personas, en moto, sí, y sin casco.


Pero eso en India es lo más normal del mundo. De hecho llegamos a ver en una
ocasión hasta 6 personas montadas en moto. Ver a 3 y 4 personas en una misma
moto era lo lógico y normal el 80% de las veces. Y allí que nos subimos, meadas de la
risa, con nuestro bindi y felices de la vida. Puede que parezca una locura, pero
sabíamos a la perfección que allí estábamos seguras.
El masaje Shirodara fue otro nivel, fue levitar casi literalemente y llevarte a la
relajación más profunda. Jamás había experimentado nada igual. Cuando
terminamos el doctor nos llevó de vuelta al hotel y nos unimos a nuestras
compañeras que ya estaban involucradas al 100% preparando los talleres.


A las 19h habíamos quedado con Virginia y Sarani. No teníamos ni idea de donde
íbamos a ir, pero había algo de lo que sí estábamos seguras, sabíamos que fuésemos
donde fuésemos no nos iba a dejar indiferentes. Nos llevaron a una especie de patio
interior, donde la gente estaba sentada alrededor y en el centro había un grupo de
personas, los hombres preparados para tocar varios instrumentos y las mujeres para
bailar. Llevaban unos vestidos espectaculares. Era la primera vez que veía danza
india en directo y tan de cerca. A los pocos minutos y sin esperarlo nos encontramos
bailando con ellas, la experiencia fue extraordinaria. Eran una família de gitanos
nómadas que se dedicaban al espectáculo, y lo mejor de todo era que al día
siguiente íbamos a su casa, en pleno desierto de Rajastán. Como te habrás dado
cuenta, los recibimientos en India son como rituales. Nos recibieron con flores y una
vez más con un delicioso chai. Nos enseñaron su escuelita, les dimos ropa (la
mayoría de los niños no llevaban parte de abajo e iban medio desnudos, sucios y con
la cara llena de heridas). Ver sus ojos llenos de felicidad y gratitud al probarse la ropa
y ver como ya no se la querían quitar fue una mezcla entre tristeza y felicidad difícil
de describir. Nos enseñaron sus chabolas, lo poco o casi nada que tenían, su vaca
sagrada de 5 patas y una vez más nos fuimos de allí cargadas de amor.


Esa misma tarde nos esperaba otra sorpresa. De nuevo quedamos a las 19h en el
Hotel, pero esta vez salimos con Surya y en dirección contraria a la que solíamos ir.
Anduvimos en la oscuridad durante unos minutos. Eso puede que no tenga mucha
transcendencia en occidente, pero en India puedes encontrarte una deposición de
vaca cada tres metros aproximadamente, y no suelen ser de tamaño reducido. Con
lo cuál, si unes oscuridad con excrementos, ya sabes lo que puede ocurrir.
De camino hacia no sabíamos donde, escuchábamos música, nos encontramos con
gente que iba en la misma dirección, vimos luces al fondo.... estábamos
desconcertadas, hasta que Virginia se giró y gritó: “Es una boda!!!” El grito que
dimos se escuchó en todo Pushkar mínimo! Estábamos deseosas de encontrarnos
con una boda india y nos habían invitado a una de ellas! No podía ser verdad!
Entramos, flipamos con el lujo que había derrochado allí, comimos comida muy
picante, bebimos agua no potable, bailamos hasta caer rendidas, nos hicimos miles
de fotos con los invitados... sin duda uno de los momentos más mágicos del viaje. Y
no fue la única boda que vimos. Nos explicaron que el mes de noviembre es el mes
de las bodas en India y en Pushkar había casi una a diario y como duran tres días se
solapaban unas con otras, con lo cuál Pushkar era una boda constante! Y esa no fue
la única a la que nos unimos!


Al día siguiente nos esperaban los niños de la escuela Happy Inside para recibir los
talleres. Era lunes y todavía no habían llegado los zapatos a la tienda. Nos montamos
en el tuk tuk como cada día. Sentarse en la parte trasera era como estar viendo una
película en pantalla panorámica. Adela, quien visitaba Pushkar y la escuela Happy
Inside por segunda vez, solía ir de pie agarrada en la parte trasera del tuk tuk, bajo la
preocupación de las que la observábamos. Pero ella se sentía feliz y libre así, y eso es
lo que más importaba. Sabíamos que no iba a ser fácil impartir los talleres, eran
muchos niños excitados y estábamos nerviosas, pero todo salió mejor de lo que
podíamos imaginar. Impartimos talleres de reciclaje de plástico y cartón para
construir juguetes, y la respuesta de los niños y la profesora fue maravillosa.

Después volvimos a la aldea y les llevamos gafas graduadas a la gente mayor. Esther
había conseguido recolectar 30 gafas graduadas. Había una señora muy mayor,
aunque nos dijeron que quizá tuviera 70 años pero aparentaba muchos más, que
llevaba unas gafas con solo un cristal, rotas, completamente hechas polvo. Ver su
cara de felicidad al probarse gafas nuevas y comprobar con cual veía mejor, sin saber
ni siquera que graduación tenía o necesitaba, fue emotivo a más no poder. Y otro de
esos momentos reveladores en los que te das cuenta de que la barrera del idioma
solo es una barrera si tú permites que lo sea. Esas mujeres no hablaban inglés pero
no nos hacía falta para entendernos, sus ojos lo decían todo.

Esa tarde la aprovechamos para explorar Pushkar, sus calles, sus tiendas, su lago, sus gentes... y
nos enamoramos aún más si cabe. Me fuí con Irene y Ari, dos malagueñas a las que
si pudiera me las metía en el bolsillo y me las llevaba a mi casa. Paseamos por todo
Pushkar rodeando el lago, nos quitamos y pusimos los zapatos mil veces, sobretodo
Ari que le faltó poco para dejarlos por ahí y seguir todo el camino descalza!
El martes fuimos a Ajmer a visitar un centro de discapacitados. Nos recibieron de
manera brillante, sonrientes y agradecidos, y nos encontramos con un centro
precioso, cuidado con mucho cariño. Visitamos a los niños y también adultos del
centro, compartimos un rato con ellos, les llevamos gafas de sol, jugamos con globos
y pompas de jabón, y nos enseñaron el taller donde fabrican todo tipo de cosas,
desde libretas con material reciclado, llaveros, marcos de fotos, cuadros, hasta
fundas para cojines y bolsos. De nuevo salimos del centro con el corazón en un
puño. Cada día que vivíamos estaba cargado de emociones, una tras otra, de
bofetadas en la cara, de consciencia, de calidad humana pero sobretodo de
agradecimiento y mucho amor.

Al regresar a Pushkar teníamos que cumplir con “la prueba Happy Express”!!! Era
nuestra última oportunidad para conseguir todos los pares de zapatos que
necesitábamos, pero la decepción llegó cuando nos dijeron en la tienda que no
habían llegado... Solo teníamos una solución, repartirnos y buscar por todas las
zapaterías y comprar todos los zapatos que pudiésemos. Y así lo hicimos, a pesar de
la sorpresa y falta de entendimiento de los vendedores. Nosotras no hacíamos más
que pedir “More, more! We need more shoes!” y solo nos sacaban uno o dos pares
como mucho. Se agolparon todos los vendedores de las tiendas de alrededor para
ver que estaba pasando y por qué estaban unas guiris metidas literalemente dentro
de la tienda abriendo todas las cajas de zapatos, hasta que les explicamos para qué
eran esos zapatos y en ese momento se volcaron todos en ayudarnos a conseguir
nuestro objetivo. Reunimos 36 pares de zapatos que ocupaban dos sacos bastante
grandes y teníamos que llevarlos al hotel antes de las 17h, pero eso no es problema
en India. El tendero cogió la moto, a Esther y a los dos sacos cargados de zapatos y la
llevó al hotel, con la cara de susto que se nos quedó al resto viéndoles alejarse. Pero
lo habíamos conseguido!!! Y la cara de felicidad de Esther no tenía precio.

En un rato habíamos quedado en el lago para cantar mantras con Sarani y asistir a
nuestra primera pooja. Llegamos y allí estaba Sarani con su aura de paz y su
harmonio. Empezamos a cantar viendo la puesta de sol y las lágrimas no tardaron en
asomar. Otro momento más añadido a la lista de momentos reveladores y mágicos.
La pooja no fue menos. Es una ceremonia de agradecimiento o ritual que se celebra
en el lago y se lleva a cabo como una ofrenda para adorar a los dioses. Se recitan los
nombres de todos los dioses hindús a modo de canto, mientras un “happy man”
como le llamábamos, toca una especie de campana. Después te entregan unas flores
y las tienes que tirar al lago dando las gracias y pidiendo un deseo. Entre otros actos
y rituales que no sabría explicar o que si lo hiciera no acertaría con el significado
exacto. Una vez finalizada la pooja nos invitaron a cantar mantras en un templo
cercano al lago. Mientras cantábamos “Sita Ram Jay Jay Ram...” completamente en
trance, y con las lágrimas a flor de piel, menos mi querida Yolanda que parecía un
grifo abierto, el señor de la pooja nos grababa con su cámara con una agilidad y
destreza impresionante. No tardamos en entenderlo, cuando le pidió a Virginia si le
podía hacer una entrevista hablando sobre la Fundación y los viajes solidarios. Y es
que resulta que el señor era un Youtuber famoso en Pushkar!! E iba a editar el video,
con nuestra cara de trance y la entrevista de Virginia para subirlo a su canal!! Video
que a día de hoy tiene más de 16 mil visualizaciones!!! Las risas que nos pegamos
viendo el video el día que lo subió a Youtube, justo cuando llegamos al aeropuerto
de Delhi para volver a Madrid, fueron para recordar de por vida.


Y llegó el miércoles, el día de la entrega! Habíamos separado toda la ropa por
edades, y cargadas de ropa, material escolar, zapatos y juguetes nos fuímos hacia la
escuela. Era el día más importante, y otra vez estábamos nerviosas, emocionadas y
con unas ganas infinitas de ver a esos niños cargados de sueños y entregarles todo lo
que habíamos llevado para ellos. Primero hicimos el baile, que mis queridas
compañeras ensayaron con muchas ganas e ilusión, y que nos salió bordado!!!!
Después nos organizamos, cada una se encargaba de una cosa, la ropa, los zapatos,
llenar las mochilas con lápices, rotuladores, juguetes... Había muchos niños, y
ninguno podía irse con las manos vacías. Al final lo celebramos con una gran fiesta,
música y baile donde la felicidad explotaba por toda la escuela a modo de fuegos
artificiales. Nos despedimos de los niños, ya no los íbamos a ver en el resto de días
que faltaban para volver a España, pero estoy segura que cada una de nosotras se
prometió volver a verles pronto. Les queríamos, habíamos creado un vínculo con
esos niños y ese vínculo, por lo menos en mi caso, sería de por vida.

Por la tarde nos tomamos cada una un rato a solas para pasear, pensar y digerir un
poco todo aquello que estábamos viviendo. El viaje llegaba a su recta final pero nos
prometimos vivir el presente y disfrutar al 100% del tiempo que nos quedaba en
Pushkar, esa ciudad que nos había acogido tan bien y a la que ya considerábamos
nuestra casa.
Al día siguiente visitamos la nueva escuela, a las afueras de Pushkar. Virginia había
plantado unos árboles con los viajeros y viajeras del viaje anterior, y queríamos ver
cuanto habían crecido. Había pocos niños en la nueva escuela, y todavía faltaba
mucho por reformar. Vir nos había pedido en los días anteriores que pensásemos
cada una de nosotras una frase para colgar en el árbol, una frase de consciencia con
el medio ambiente y la importancia de la naturaleza. Hizo unas placas, las llevamos a
la escuela y las colgamos en cada uno de los arbolitos. Como ya era costumbre, nos
recibieron con un delicioso chai y compartimos un rato precioso con los niños. De
vuelta a Pushkar, mientras nos conducían por un camino de tierra situado en medio
de la nada, nos encontramos algo que no esperábamos encontrar allí... Una boda!!!!
Otra, claro! Música a todo volumen y gente vestida de mil colores bailando como si
no hubiera un mañana. ¿Y qué hicimos nosotras? Pues unirnos!!! No podía ser de
otro modo. Nos tiramos del tuk tuk, la gente nos invitaba a bailar con ellos y nos
dejamos el alma bailando en esa carretera de tierra perdida en mitad de la nada.

Por la tarde fuimos al desierto en camello, íbamos a ver la puesta de sol y el trayecto
de ida y vuelta duraba dos horas. No se si era sensación mía pero el camello al que
me subí o era muy mayor o tenía artrosis... porque los meneos que me daba no eran
normales. (Como si yo me subiera a un camello todos los días y supiera como
andan....) Yuliana, nuestra querida peruana a quien todo el mundo confundía por sus
rasgos con una india, iba encabezando la fila. Llegamos a nuestro destino, donde
íbamos a ver la puesta de sol. La verdad es que vimos una puesta de sol preciosa,
aunque el camino había sido agridulce. El camino estaba lleno de chabolas, niños
medio desnudos, sucios, con heridas, pidiendo... nos sentimos como turistas
utilizando a unos camellos siendo explotados, pero teníamos que asumir la realidad.
Era su manera de ganarse la vida, su cultura. Esa gente no tenían nada y tenían que
comer. Esa noche cenamos todas juntas, a pesar de los resfriados de algunas y
cansacio acumulado de todas, era nuestra última noche en Pushkar. Nos queríamos
despedir de Sarani, que iba a quedarse en India durante dos semanas más, y
necesitábamos compartir esa última noche juntas, en una de las tantas terrazas
preciosas donde solíamos pasar algún rato del día, y donde, como no podía ser de
otra manera, vimos desfilar otra boda por la calle principal.

Y desgraciadamente llegó el último día... nuestro último día en Pushkar. Pero todavía
quedaban muchas horas hasta las 23h y teníamos que aprovechar bien el día.
Fuímos a visitar otro centro de discapacitados, este era muy pequeñito y estaba en
el centro de Pushkar. Pertenecía al mismo grupo que el que visitamos en Ajmer. De
nuevo nos recibieron con un maravilloso chai, les entregamos ropa, material escolar
y juguetes, pasamos un rato con los niños, jugamos con ellos, bailamos con ellos, y
lloramos.... Lloramos mucho. Esos niños son ángeles, nos traspasaron el pecho y nos
tocaron el corazón con la mano, casi de manera literal.

Por la tarde habíamos quedado de nuevo con Sarani para cantar mantras en el lago,
asistir a la pooja y despedirnos de Pushkar. Y allí apareció una sorpresa más de las
tantas que Virginia había llevado guardadas durante tantos días. Había comprado
unas lámparas de papel voladoras para todas y cada una de nosotras, incluso había
comprado de sobra, y menos mal porque el primer intento fue bastante nefasto para
muchas y no conseguimos hacerlas volar, pero lo intentamos de nuevo con la gente
de allí que nos explicó como se hacía y a la segunda lo logramos! Volaron muy alto
en la noche por encima del lago y nos emocionamos como niñas.

Con esa emoción que nos acompañaba volvimos al hotel para preparar las maletas.
A las 23h nos recogían para llevarnos a la estación de tren. Como cupimos en las dos
mini furgonetas, todas nosotras con nuestras respectivas maletas todavía no he
logrado entenderlo a día de hoy. Nos esperaban 6 horas de tren-cama, sin duda una
experiencia que teníamos que vivir, y que a nuestra millenial del grupo le costó una
buena hostia en la rodilla al tirarse de la cama pensando que se había quedado
dormida y que nos habíamos bajado del tren sin ella. A eso se sumaban 6 horas más
de espera en el aeropuerto de Delhi y 9 horas de vuelo hasta Madrid. La vuelta se
hizo larga, pero lo mejor de todo era que todas esas horas todavía seguíamos
estando juntas, recordando momentos, compartiendo risas, abrazos y te quieros.

Lo que habíamos compartido era una vivencia única, mágica y espiritual, que sin
dudarlo nos cambiaría la vida a todas. Nos habíamos visto la cara por primera vez
hacía 15 días, y cuando pisamos Madrid se nos hacía muy difícil despegarnos. Pero
una cosa estaba segura, nos llevábamos unas amigas para toda la vida, de eso no
había duda, y saber eso nos dejó un poco más tranquilas.
Como nos dijo “la princesa de Pushkar”, el viaje empezaba ahora, y así fue.
A todas y cada una de mis compañeras de viaje, a Virginia y Sarani, GRACIAS INFINITAS
POR VUESTRO AMOR.

Y a tí que has leído estas páginas, espero haberte transmitido tan solo un poquito de
lo que ha sido para mí esta experiencia de vida.
​
Dhanyevad.
Imagen
5 Comentarios
<<Anterior

    Autor

    Virginia Toledo
    CEO Made in Tarifa
    Belen  Muñoz Naranjo
    ​Periodista 

    Archivos

    Enero 2021
    Mayo 2020
    Abril 2020
    Diciembre 2019
    Diciembre 2018
    Noviembre 2018
    Agosto 2018
    Mayo 2018
    Diciembre 2017

    Fuente RSS

Proudly powered by Weebly
  • Inicio
  • Quienes somos
  • Viaje Solidario
  • 🎁 Más regalos 🎁
  • Blog
  • Contacto
  • Home
  • Who we are
  • Solidarity Trips
  • Contact